Microbioma cutáneo: la importancia de cuidarlo
Microbioma cutáneo: la importancia de cuidarlo
Coralie Techer
Es un término que escuchamos aquí y allá pero que no siempre entendemos. ¿Qué es el microbioma de la piel y por qué es tan importante cuidarlo? Hacemos balance.
El microbioma cutáneo se refiere a la comunidad de microorganismos que viven en la superficie de la piel humana (en la barrera cutánea). Es un ecosistema complejo formado por bacterias, hongos, virus y otros microorganismos que interactúan simbióticamente con nuestra piel...
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Lo que necesitas saber sobre el microbioma de la piel
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Su composición: El microbioma de la piel está formado por miles de millones de microorganismos. Las bacterias (buenas y malas) son las más abundantes, pero también se encuentran hongos (como la levadura), virus y otros microorganismos. Las especies que componen el microbioma de la piel pueden variar de persona a persona.
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Sus funciones: El microbioma de la piel realiza varias funciones esenciales. Ayuda a mantener el equilibrio y la salud de la piel formando una barrera protectora contra microorganismos dañinos, regulando la hidratación de la piel, apoyando el sistema inmunológico de la piel y participando en el metabolismo de los lípidos. ¡Asegura una piel sana!
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Su equilibrio: Un microbioma cutáneo equilibrado es importante para la salud de la piel. Cuando el microbioma está desequilibrado, puede provocar problemas de la piel como piel seca, dermatitis atópica (eccema atópico), irritación, infecciones de la piel y trastornos inflamatorios como el acné y otras imperfecciones recurrentes.
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Factores que influyen en el microbioma de la piel: El microbioma o la flora de la piel puede verse influenciado por varios factores, entre ellos la genética, la edad, el sexo, la higiene personal, el medio ambiente, la dieta, los productos cosméticos para la piel, las agresiones externas y los tratamientos médicos.
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Cuidado del microbioma de la piel: para mantener un microbioma de la piel saludable, es importante cuidar la piel de forma suave y equilibrada. Esto incluye el uso de productos para el cuidado de la piel apropiados para su tipo de piel, evitar el uso excesivo de antibióticos o productos antibacterianos, mantener una buena higiene personal sin alterar el equilibrio natural del microbioma y la adopción de una dieta equilibrada.
La investigación sobre el microbioma de la piel está en constante evolución. Una mejor comprensión de su papel en la salud de la piel abre nuevas vías para el cuidado personalizado de la piel y el tratamiento de afecciones de la piel a las que antes no había ningún recurso.
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¿Cuál es la diferencia entre microbioma y microbiota?
Probablemente hayas oído hablar de ambos términos antes. Microbioma y microbiota son dos términos estrechamente relacionados pero que denotan aspectos ligeramente diferentes.
El microbioma
El microbioma se refiere al conjunto de genes de microorganismos que viven en un ambiente específico. Engloba todos los genes de bacterias, hongos, virus y otros microorganismos presentes en ese entorno. En este caso, el microbioma cutáneo, por ejemplo, se refiere a todos los genes de los microorganismos que viven en la superficie de la piel.
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la microbiota
La microbiota se refiere a la población de los propios microorganismos que viven en un ambiente específico. Se trata de bacterias, hongos, virus y otros microorganismos que colonizan este entorno. En este caso, la microbiota cutánea se refiere a los microorganismos específicos que viven en la superficie de la piel.
En pocas palabras, el microbioma se refiere a todos los genes de los microorganismos, mientras que la microbiota se refiere a los microorganismos mismos.
¿Cómo mantener adecuadamente el microbioma de tu piel?
Lo habrás comprendido, para favorecer una buena piel es mejor mantener el microbioma cutáneo. ¿Pero cómo hacerlo?
Utilice productos suaves para el cuidado de la piel: Elija productos para el cuidado de la piel que sean suaves y respetuosos con el pH de la piel sensible del rostro y del cuerpo . Evite limpiadores y productos fuertes que puedan alterar el equilibrio del microbioma de la piel. Opte por limpiadores suaves, humectantes no irritantes, sueros hidratantes para ojos y rostro y productos sin ingredientes potencialmente perjudiciales.
Evite el uso excesivo de antibióticos tópicos: en algunos casos, pueden ser necesarios antibióticos tópicos para tratar problemas específicos de la piel, pero el uso excesivo puede alterar el microbioma de la piel. Utilice antibióticos tópicos sólo cuando lo recomiende un profesional de la salud y siga sus instrucciones.
Evite las duchas calientes y los baños prolongados: El agua caliente y los baños prolongados pueden resecar la piel y alterar el equilibrio del microbioma cutáneo. Opta por duchas tibias y baños cortos para minimizar el impacto en tu piel.
No te olvides de la hidratación: Mantener una buena hidratación de la piel es fundamental para su equilibrio y salud. Utilice una crema hidratante adecuada para su tipo de piel para mantener la barrera cutánea y ayudar a preservar el equilibrio del microbioma. Recuerda también hidratarte por dentro bebiendo suficiente agua y consumiendo alimentos ricos en agua.
Evite productos antibacterianos fuertes: Evite el uso excesivo de productos antibacterianos fuertes, como jabones antibacterianos y desinfectantes para manos. Estos productos pueden eliminar las bacterias buenas y protectoras de la piel además de las malas.
Lleva una dieta equilibrada: una dieta sana y equilibrada contribuye a la salud de tu piel y de tu microbioma cutáneo. Consume alimentos ricos en fibra, antioxidantes y nutrientes esenciales para nutrir tu piel desde adentro hacia afuera.
Controle el estrés: el estrés puede afectar su piel y su microbioma cutáneo. Intente encontrar técnicas de manejo del estrés que funcionen para usted, como meditación, yoga, respiración profunda, ejercicio regular u otras actividades relajantes.
Si sigue estos consejos, podrá ayudar a mantener un microbioma cutáneo equilibrado y promover una piel sana. Recuerda que cada persona es única, por eso es importante encontrar una rutina que se adapte a tu piel y necesidades específicas.