La rutina facial es probablemente la parte más importante de nuestro ritual de belleza. ¿Cuáles son los pasos esenciales que no debe omitir para asegurarse de respetarlo? Te lo contamos todo.

¡Desmaquillarse es fundamental!

Para una piel radiante y para evitar la aparición de imperfecciones, el desmaquillado forma parte de la rutina de belleza diaria. ¡Este gesto tan importante nunca debe pasarse por alto! De hecho, ayuda a liberar nuestra piel de la suciedad acumulada a lo largo del día y por supuesto desmaquilla para dejar que la epidermis respire y permita que las células se renueven. Este gesto de higiene asegura una textura afinada de la piel, libera los poros, elimina las células muertas, evita el exceso de sebo, las impurezas y las primeras arrugas de la piel dañada...

¡Lee también nuestra guía de Yoga Facial para un óvalo facial y una piel perfecta! Estos ejercicios se pueden sumar además de una buena rutina de limpieza, por ejemplo.

Tú eliges tu desmaquillante según tu tipo de piel:

Hay varios tipos de desmaquillantes, por lo que es fácil enredar las brochas. Para poner todas las posibilidades de tu lado y asegurarte una piel bonita, ten cuidado de elegir el desmaquillante que mejor se adapte a tu tipo de piel:

• ¡El agua micelar está dedicada a todo tipo de pieles, pero no a las pieles maduras! Es perfecto para eliminar todas las impurezas, pero tiende a secarse.
• La leche desmaquillante es perfecta para pieles secas y sensibles. Permite un desmaquillado profundo combinando suavidad e hidratación a la vez que nutre la piel.
• Aceite desmaquillante . Ideal para eliminar el maquillaje rebelde, disuelve rápidamente los pigmentos. El aceite limpiador puede ser un aceite vegetal muy sencillo, excelente también para nutrir la piel, se aplica con el dedo en movimientos circulares.
• Las cremas limpiadoras son aptas para pieles intolerantes y reactivas, son menos irritantes y limpian suavemente la piel.
• El gel limpiador para pieles grasas y mixtas. Este tipo de piel requiere un desmaquillado en dos pasos: el primero es utilizar un aceite desmaquillante suave, luego lavar el rostro con un gel limpiador para eliminar los residuos de maquillaje y el exceso de grasa.

¿Cómo limpiar realmente bien tu piel?

A diferencia del resto del cuerpo, la piel del rostro está constantemente expuesta a agresiones externas como el polvo, los rayos solares, la contaminación, los cosméticos, etc. ¡Es bastante divertido saber que también es la piel más frágil del cuerpo humano! Para recuperarse de ella y no sufrir los estragos del mundo exterior, la piel del rostro requiere necesariamente de un ritual de belleza muy específico y minucioso.

¿Cómo limpiar siempre tu piel de verdad? Lo primero que debes hacer es lavarte la cara con un gel limpiador adecuado a tu tipo de piel. Si tienes la piel seca, elige un limpiador suave y graso. Lo ideal es que el jabón neutro sea una buena base para todo tipo de piel. Cuando estamos acostumbrados a usar maquillaje, siempre hacemos una doble limpieza porque algunos productos de maquillaje (como el rímel o la base) pueden ser muy rebeldes. ¿El truco para asegurarse de quitar el maquillaje? Seca tu cara con una toalla blanca.

Para completar la limpieza , rocíe agua termal o agua floral sobre la piel. Con un algodón absorberemos el agua y borraremos los últimos restos de suciedad potencialmente aún presentes pero sobre todo aportaremos algo para cerrar los poros y tonificar los tejidos. De hecho, incluso después de desmaquillarnos la cara, no nos libramos de residuos invisibles a simple vista. El agua termal tiene la ventaja de hidratar, limpiar suavemente la piel y penetrar respetando la barrera cutánea natural del rostro.

¿Cómo tener una piel bien hidratada?

La hidratación es la base, tanto para la piel como para el buen funcionamiento del organismo. Tanto desde dentro como desde fuera no hay que tomarlo a la ligera. Varios estudios ya han demostrado que las personas que no hidratan su piel a diario desarrollan arrugas antes que quienes lo hacen... Si una buena hidratación requiere la aplicación de productos como una crema hidratante y tratamientos diversos como sérums para el contorno de ojos , también implica una buena dieta. La calidad de lo que ingerimos es importante, beber agua regularmente durante el día (al menos 1 litro como mínimo) garantiza una tez radiante, una textura de piel suave, una piel tersa, unas ojeras reducidas y unos tejidos perfectamente elásticos.

Aquí está la lista de alimentos que puedes elegir para tener una piel hermosa e hidratada:

Lípidos para una piel hermosa

Los ácidos grasos hidratan la piel y la protegen de las agresiones externas. Los dos principales ácidos grasos esenciales a favorecer en la dieta son el ácido linoleico y el ácido alfa linolénico. Los omega-3 son una parte integral de las membranas celulares, son necesarios para la hidratación y elasticidad de la piel. También contribuyen a una buena cohesión entre las células de la piel.

¿Dónde se encuentran? Los lípidos se encuentran principalmente en alimentos como la carne o el pescado, pero también se encuentran en lácteos, huevos, embutidos, aguacates, aceitunas, frutos secos, aceites y margarinas.

frutas y verduras

Para un aporte completo y una piel nutrida, es fundamental incluir frutas y verduras en tu dieta. ¡Preferimos los ricos en agua! Para qué ? Para una mayor hidratación interna, por supuesto. En cuanto a las verduras, puedes contar con: pepino, lechuga, tomate o incluso calabacín para que te aporten la cantidad adecuada de agua. En cuanto a las frutas, nos centramos en cítricos como la naranja, la mandarina o incluso néctares como el melocotón, la nectarina, y frutas un poco más coloridas como la piña, la sandía, el melón, la papaya o incluso la fresa.

Vitamina “E”

La vitamina “E” es conocida por su poder antioxidante. ¡Su poder no es nuevo ya que muchas de nuestras civilizaciones antiguas ya lo utilizaban ampliamente para elaborar sus cosméticos! Como acompañamiento de nuestros platos, lo encontramos en verduras, frutos secos y semillas, así como en determinadas frutas. La vitamina E combina varias acciones bastante favorables para el bienestar del cuerpo y de la piel:

• Antienvejecimiento

La vitamina “E” es la vitamina de la juventud. Estimula la producción de colágeno responsable de la elasticidad de nuestra piel, combate los radicales libres responsables de la hiperpigmentación y las manchas marrones, y por tanto lucha contra el envejecimiento cutáneo.

• Reparador

La vitamina “E” tiene un superpoder regenerador de las células del tejido de la piel, de ahí su efecto curativo. Aplicado regularmente sobre las estrías, ayuda a reducirlas.

• nutritivo

Es muy recomendable para pieles secas, dado su efecto hidratante. Puedes agregarlo a tu crema de noche para tener un cutis luminoso.

No descuides el sérum facial

Las cremas y otros tratamientos cosméticos como bálsamos labiales, sérums para pestañas o incluso anti-imperfecciones, son evidentemente opciones imprescindibles para lucir un cutis radiante y radiante, pero si hay un tratamiento que es mejor no descuidar, ¡es el sérum! Aún hay que saber elegirlo.

¿Para qué se utiliza un suero?

El sérum es un fluido, su textura es más ligera que una crema. Actúa profundamente sobre las células de la piel y prepara la epidermis para una mejor absorción de las cremas.

El sérum se puede utilizar para diferentes tipos de problemas de la piel, tez apagada, manchas, cicatrices de acné, falta de tono o elasticidad…

¿Cómo elegirlo?

¡Hay un suero para cada problema! En el mercado de la cosmética existe una gran variedad de sérums y todos ellos corresponden a un problema definido. A diferencia de las cremas faciales que se eligen según el tipo de piel, estas se seleccionan según las imperfecciones que deseamos tratar. Entonces empezamos identificando los problemas de la piel que nos molestan y luego elegimos nuestro sérum.

¿Cómo aplicarlo?

El sérum se aplica siempre sobre la piel limpia y seca para aprovechar al máximo sus beneficios. Tomamos dos gotas de sérum que calentamos entre nuestras manos para activar los principios activos. Luego se aplica mediante masaje circular por toda la zona del rostro, evitando la zona de los ojos que tiene su propio tratamiento específico. El masaje favorece una mejor penetración del suero pero también estimula la circulación sanguínea. ¡Lo cual tiene el efecto de mejorar la calidad del cutis!