Las temperaturas están bajando y pronto se sentirán los efectos en nuestro bienestar. ¿Cómo evitar la piel agrietada y el cutis apagado? Te damos nuestros buenos consejos para cuidar tu piel en invierno.

Hidratación, el paso imprescindible para una piel bonita

Como en verano. ¡Una piel hidratada es una piel que vive bien! En invierno enfatizamos especialmente este paso de belleza y definitivamente no nos lo saltamos. Hidratar la piel significa nutrirla, y nutrirla significa procurar que sea lo suficientemente fuerte para resistir y controlar lo mejor posible las agresiones externas. El frío, la falta de sol, la contaminación, el viento o incluso la lluvia son factores que pueden dañar nuestra piel.

¿Cómo hidratar adecuadamente tu piel en invierno?

Nada demasiado complicado, pero para una piel profundamente hidratada confiamos en una rutina de belleza diligente, por la mañana y por la noche no dudamos en untar generosamente con nuestra crema hidratante favorita. En cuanto a la textura, todo dependerá de las necesidades y sobre todo de la piel de cada persona. La hidratación puede ser en forma de leche, loción, suero, aceite o incluso cremas. Las pieles muy secas preferirán un aceite rico, mientras que las pieles mixtas a grasas estarán satisfechas con una simple loción corporal y un suero facial.

La hidratación también pasa por la dieta

¡Es un hecho! La belleza también se mantiene desde el interior. La hidratación superficial de la piel debe complementarse con una hidratación profunda adoptando una dieta adecuada. Nos centramos luego en alimentos compuestos principalmente por agua como los quesos frescos (Ricotta, queso crema) o incluso leches vegetales como la de almendras o la de soja. Evidentemente no escatimamos en agua y bebemos al menos 1L5 al día, ¡incluso en invierno!

Si el agua no te tienta, y eso es muy posible… puedes beberla en forma de té o infusión, o incluso ingerirla con café. Todo con moderación porque el abuso de la teína, al igual que la cafeína, puede tener el efecto contrario, es decir, la deshidratación.

Una rutina de cuidados diaria y diligente

Si la hidratación juega un papel importante en el bienestar y la belleza de nuestra piel, el cuidado diario también es fundamental. Actúan como un suplemento potenciador de la belleza. Es necesario armar una rutina adecuada, que se adapte perfectamente a nuestras necesidades como: nuestro tipo de piel, nuestro estilo de vida, nuestro estilo de vida, el lugar donde vivimos…etc. !

De hecho, en el vasto mundo de la cosmética existen tratamientos diseñados para cada especificidad. Para aquellos que prefieren consumir la naturaleza, sepan que la tierra efectivamente nos ofrece todo lo que necesitamos para preservar nuestro capital, belleza, bienestar y juventud.

Opta por cuidados a base de plantas

Los aceites vegetales son el aliado número uno en nuestra búsqueda de la belleza. Contienen muchos beneficios para mantener la piel sana, hidratada y nutrida permanentemente.

La rosa mosqueta, el argán, la jojoba, el aceite de semilla de uva, el aguacate y la avellana son principios activos apreciados por nuestra piel. Para qué ? Cada uno de ellos actúa específicamente sobre un problema de la piel.

• la rosa mosqueta regenera la piel.
• la avellana lo reequilibra.
• la jojoba lo limpia.
• el aguacate lo nutre profundamente.
• el aceite de cáñamo lo calma
• El aceite de argán suaviza

¡Por lo tanto, es importante centrarse en sus necesidades antes de elegir su aceite vegetal! Aunque ninguno de ellos realmente puede hacernos daño.

Haz máscaras... regularmente

En este período fresco la piel debe ser revitalizada y desintoxicada para eliminar los residuos contaminantes que a veces quedan profundamente incrustados en la piel. Una buena mascarilla de arcilla verde, rosa o amarilla (según las necesidades de cada piel) se puede aplicar una vez por semana. ¡Seguimos la rutina con mascarillas ultrahidratantes que no dudamos en aplicarnos dos veces por semana! Será una excelente adición al cuidado diario.

Realiza exfoliantes adaptados a tu tipo de piel

En invierno la piel se siente tirante. Evidentemente la idea de aplicar exfoliantes no resulta muy atractiva, sin embargo, es un paso imprescindible en la rutina de belleza. El exfoliante ayudará a eliminar la piel muerta y toda la suciedad acumulada a lo largo de nuestros días. También permitirá que la piel se renueve más fácilmente y asimile más rápidamente los tratamientos aplicados.

Ojo , el exfoliante puede resultar muy abrasivo si no se aplica correctamente. Siempre eliges el grano de tu exfoliante según tu tipo de piel (las pieles sensibles a frágiles evitarán los exfoliantes granulados y preferirán un peeling enzimático). Para el rostro recomendamos una suave exfoliación, que se repetirá una vez por semana. Para el cuerpo, se puede aplicar un exfoliante de grano grueso una vez cada dos semanas.