Desde hace varios años causa estragos en los institutos. El masaje Kobido promete una piel levantada con sólo unos pocos movimientos de masaje. ¿Cómo funciona? ¿Podemos hacerlo en casa? ¡Te lo contamos todo!

¿Qué es la técnica Kobido?

Quizás ya hayas oído hablar de él, el masaje Kobido es una técnica estética originaria de Japón que hace furor en spas e institutos desde hace varios años. ¿La idea? Previene la aparición de arrugas, reinicia la circulación sanguínea y alivia la tensión muscular facial. También llamado lifting facial natural, al igual que el yoga facial (que consiste en un gimnasio facial de los músculos faciales), el método Kobido se basa íntegramente en multitud de técnicas de masaje muy específicas. Estos últimos tienen como objetivo tensar la piel, reiniciando la microcirculación sanguínea (bajo la presión de los masajes) así como el sistema linfático (que se encarga de eliminar los desechos del cuerpo).

Un poco de historia...

La verdadera técnica del masaje Kobido la enseñan maestros y rara vez se practica en todo el mundo. ¡Su creación data del siglo XV! Este masaje ancestral previene los efectos del envejecimiento y durante mucho tiempo ha estado reservado a la élite japonesa. Si el masaje Kobido se centra en el rostro es porque este último se considera una zona central donde se unen todos los meridianos del cuerpo. Resultado ? Si la cara está bien, ¡entonces todo está bien!

¿Por qué elegir el masaje kobido y no otro?

Si buscamos relajarnos, un masaje común y corriente puede ser la solución, pero si buscamos un efecto anti-envejecimiento, entonces el masaje Kobido es lo que necesitamos. Más que una secuencia estética, el masaje Kobido es un arte, un momento de gracia que nos ofrecemos para cuidarnos. Debes saber que la práctica del Kobido se basa en más de mil técnicas y 48 formas de aplicarlas dependiendo de la zona del rostro a la que quieras apuntar. Para su práctica generalmente se prefiere una crema para evitar cualquier deslizamiento inesperado durante el masaje, cada gesto debe ser preciso. Durante el masaje, el practicante realiza una verdadera coreografía que implica el uso de los dedos pero también de las muñecas e incluso de los antebrazos. Estos masajes vigorosos (pero suaves porque la piel del rostro sigue siendo frágil) actúan en profundidad y es toda esta ingeniosa mecánica la que ofrece el resultado tan esperado del lifting natural. Para obtener resultados eficaces y efectos duraderos, necesitarás unas diez sesiones en total. Este masaje estético sólo es realmente útil a partir del momento en que la piel tiende a la madurez, por lo que es agradable pero de poca utilidad antes de los treinta años.

¿Podemos practicar el masaje Kobido en casa?

Como se indicó anteriormente, ¡el verdadero Kobido es un arte enseñado por maestros! En los institutos generalmente se ofrece una versión ligera. Este último es eficaz pero en menor medida. Esta es la técnica que posiblemente puedas practicar en casa. La práctica diaria puede ser un excelente complemento a nuestros cuidados habituales, y si la combinamos con el gimnasio facial (o yoga facial) entonces podremos esperar un resultado que realmente valga la pena. El masaje Kobido requiere una técnica precisa que será difícil de explicar por escrito y sin ayuda visual. Afortunadamente, en Internet abundan los tutoriales eficaces , también están empezando a aparecer algunos libros sobre el tema como KOBIDO: The Natural Japanese Lifting de Aline Faucheur publicado por Hachette. También es posible recibir asesoramiento de un instituto o incluso recibir lecciones de un maestro (es otro presupuesto y lleva tiempo...).

Alguna información útil para un buen masaje en casa

Antes de cualquier práctica de masaje, debes asegurarte de que tu piel esté bien limpia. Y date tiempo, un masaje eficaz debe durar al menos quince minutos para activar los efectos deseados. Después de desmaquillar y limpiar el rostro con un jabón neutro, prepararemos la piel con un baño de vapor. Para qué ? El vapor abre los poros y relaja la epidermis, lo que la hará más maleable pero también más receptiva a las tensiones ejercidas y a la crema que se aplicará para nutrir la piel.

Una vez aplicada la crema, ¡puede comenzar el masaje! Primero trabajamos el drenaje linfático masajeando los laterales del cuello mediante movimientos circulares con las yemas de los dedos.

• Para actuar sobre el óvalo del rostro y tensarlo, comenzamos por debajo del mentón, utilizando los pulgares y pellizcaremos la piel, subiendo delicadamente hasta las orejas. Repetimos los pellizcos, esta vez bajando por la mandíbula hasta el mentón.
• Para reactivar la microcirculación subcutánea ejerceremos movimientos vivos (pero nunca agresivos) desde la base de las mejillas hasta la parte superior de los pómulos.
• Para suavizar la piel alrededor de los labios, masajee el área de forma circular, para suavizar el pliegue nasal, presione con los dedos el pliegue nasolabial, comenzando desde los labios hasta la esquina interna de los ojos.
• Para suavizar las patas de gallo, estire la piel hacia la parte superior de las sienes.
• Para actuar de forma global en el rostro, alisar la piel de abajo hacia arriba y de dentro hacia fuera.

Una vez realizadas estas acciones, para un efecto diez veces mayor, además del gimnasio facial, te tomas el tiempo de aplicar tu rutina facial que incluye la loción tónica (o un hidrolato), el sérum, la crema, el tratamiento del contorno de ojos, un bálsamo labial , o incluso un sérum para pestañas para que el tratamiento sea completo! Estas pequeñas indicaciones no sustituyen a un auténtico masaje Kobido pero pueden actuar como complemento entre dos sesiones.