Un ingrediente activo adorado desde el principio de los tiempos, la manteca de karité es un ingrediente mágico en los cosméticos. ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cómo usarlo? Hablemos de ello.

La Madre Naturaleza nos entrega en bandeja todo lo que necesitamos para cuidarnos. La manteca de karité es una de esas pepitas 100% naturales de las que no puedes prescindir una vez que la has domesticado. Si lo encontramos a menudo en la cocina, es especialmente en la cosmética donde ha conquistado los corazones...

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¿Qué es exactamente la manteca de karité?

La manteca de karité es una sustancia grasa natural extraída de las nueces del árbol de karité, un árbol que crece principalmente en África occidental. Se utiliza desde hace siglos en las regiones donde se cultiva el árbol, tanto como alimento como para el cuidado de la piel y el cabello. Su proceso de elaboración comienza con la recolección de los frutos del árbol de karité. Los frutos entonces parecen ciruelas grandes que contienen una nuez, es esta parte la que se utiliza para extraer la mantequilla. ¿Cómo está yendo? Primero se pelan las nueces para quitarles la cáscara exterior. Luego se tuestan ligeramente, lo que le da a la manteca de karité su característico aroma ahumado.

En cuanto a su apariencia, la manteca de karité tiene una textura cremosa y un color amarillo pálido. Es muy rico en ácidos grasos, particularmente ácidos oleico, esteárico y linoleico. Estos ácidos grasos le confieren propiedades hidratantes, nutritivas y protectoras de la piel y el cabello. Ya no es un secreto que la manteca de karité se utiliza en muchos productos cosméticos como humectantes, lociones corporales, bálsamos labiales y productos para el cabello. Es conocido por sus propiedades calmantes para la piel, ayudando a hidratar y suavizar las áreas secas, reducir la irritación y la picazón y promover la regeneración celular.

Manteca de karité, un activo hidratante (muy) potente

La manteca de karité es conocida por ser particularmente hidratante; se utiliza especialmente para hidratar la piel en profundidad; ¿La razón? Su composición es rica en ácidos grasos y vitaminas, pero no sólo:

1. Ácidos grasos esenciales: la manteca de karité contiene una gran cantidad de ácidos grasos esenciales, como el ácido oleico, el ácido esteárico y el ácido linoleico. Estos ácidos grasos son esenciales para mantener la hidratación de la piel formando una barrera protectora que evita que el agua se evapore de la piel. Ayudan a sellar la humedad y mantener la piel hidratada.

2. Vitaminas: La manteca de karité es rica en vitaminas A y E. La vitamina A favorece la regeneración celular, lo que contribuye a una piel sana y bien hidratada. La vitamina E es un poderoso antioxidante que protege la piel contra el daño de los radicales libres y ayuda a mantener su elasticidad.

3. Propiedades emolientes: La manteca de karité suaviza y suaviza la piel gracias a sus propiedades emolientes. Penetra fácilmente en las capas superiores de la epidermis, permitiendo que los ácidos grasos y las vitaminas nutran profundamente la piel.

4. Antiinflamatorio: la manteca de karité contiene compuestos antiinflamatorios como triterpenos y cinamatos, que pueden ayudar a calmar y calmar la piel irritada. Particularmente beneficiosa para pieles sensibles o propensas a la irritación, la manteca de karité realmente lo tiene todo.

5. Ausencia de agua: Contrariamente a la creencia popular, un producto cosmético no necesita agua para ser hidratante. La manteca de karité es un producto 100% natural y no requiere la adición de agua. Esto significa que está más concentrado en agentes humectantes y proporciona una hidratación más duradera.

Manteca de karité, ideal para cabellos encrespados y secos

Aunque es especialmente apreciada para la piel, la manteca de karité es también una preciosa aliada para cuidar el cabello encrespado y seco. Sus propiedades hidratantes, nutritivas y reparadoras permiten que el cabello seco y dañado recupere todo su esplendor ayudando a restaurarlo. Al igual que un buen tratamiento capilar con queratina , la manteca de karité puede ayudar a sellar las cutículas del cabello, haciéndolo más suave y menos propenso al encrespamiento. Sin mencionar que también puede ayudar a reducir la apariencia de puntas abiertas y mejorar la textura general del cabello. Otro de sus grandes activos es la protección térmica que ofrece al cabello, al formar una barrera protectora en las hebras, ayuda a prevenir los daños causados ​​por el calor de las herramientas de peinado como secadores, planchas o rizadores. También puede proteger el cabello de los dañinos rayos ultravioleta del sol, por lo que se usa mucho en los países cálidos.

¿Cómo utilizar la manteca de karité?

Este ingrediente mágico se puede utilizar de diferentes formas para cuidar tu belleza. A continuación se ofrecen algunas sugerencias sobre cómo utilizarlo para maximizar sus beneficios.

Como bálsamo corporal hidratante

Como es suficiente por sí sola, la manteca de karité se puede aplicar pura y directamente sobre la piel para hidratarla en profundidad. Toma una pequeña cantidad de manteca de karité y caliéntala hasta que se derrita como aceite vegetal en tus manos. Luego aplícalo sobre tu piel, masajeando suavemente con movimientos circulares, hasta que se absorba bien. ¡Se puede utilizar en todo el cuerpo, centrándose en las zonas secas como codos, rodillas o talones! Para aplicar en verano y en invierno para la piel de un bebé, es especialmente apreciado por las pieles secas.

Como bálsamo labial

La manteca de karité es un excelente bálsamo labial natural. Simplemente toma un poco de mantequilla, derrítela entre tus dedos y aplícala directamente en los labios. Ayudará a nutrir, hidratar y suavizar los labios secos y agrietados. Lo ideal es aplicar manteca de karité como “mascarilla de noche” por la noche después de tu rutina de cuidado de la piel, cepillarte los dientes y antes de acostarte. Aplicado durante toda la noche, actuará en profundidad y asegurará una boca deliciosa y nutrida al despertar.

Como manteca de masaje

La manteca de karité también es ideal para masajes. De hecho, su textura cremosa y su capacidad de fundirse al contacto con la piel lo convierten en una excelente opción para hidratar la piel a la vez que proporciona una sensación calmante y un olor delicioso durante y después del masaje.

Como tratamiento milagroso para la piel.

La manteca de karité también se puede utilizar para tratamientos específicos como tratar las estrías, calmar irritaciones de la piel (como eccemas, quemaduras solares o psoriasis) o prevenir cicatrices. En estos casos, lo mejor es consultar a un profesional sanitario para obtener asesoramiento específico.

Para conservar mejor la mantequilla, asegúrese de mantenerla a temperatura ambiente.